La incapacidad laboral es la situación en la que se encuentra un trabajador que no puede desempeñar su trabajo por no estar en condiciones aptas para hacerlo al sufrir una enfermedad común o profesional, un accidente o un accidente de trabajo.
Los tipos de incapacidades reconocidos por la Seguridad Social son cinco: la incapacidad temporal, la incapacidad parcial, la incapacidad permanente total para la profesión habitual, la incapacidad absoluta y la gran invalidez.
Incapacidad temporal
La incapacidad temporal es el período en el que permanece un trabajador de manera eventualmente porque no puede realizar su trabajo ya sea por un accidente o una enfermedad y se encuentra de baja laboral hasta su recuperación.
La contingencia puede considerarse común cuando ha sido causada por un accidente no laboral o una enfermedad común o contingencia profesional en el caso en el que la causa sea por un accidente laboral o una enfermedad profesional.
Incapacidad parcial
Es el tipo de incapacidad que impide al trabajador realizar parte de sus funciones de su puesto de trabajo, pero no las principales, por lo que se debería de adaptar su puesto de trabajo a las limitaciones que padezca. La incapacidad parcial disminuye de forma permanente nuestro rendimiento en un 33%.
Incapacidad permanente total
Es la incapacidad que impide al trabajador realizar las principales funciones de su puesto de trabajo, por lo que le es imposible trabajar en su profesión habitual. Este tipo de incapacidad impediría seguir trabajando en lo que hasta ahora el trabajador desempeñaba sus servicios, pero si que podría trabajar en otra profesión para la que el trabajador no tenga limitaciones.
Incapacidad absoluta
Es la incapacidad que impide al trabajador poder desarrollar cualquier tipo de profesión u oficio, ya no es como la incapacidad permanente total para la profesión habitual, sino que no puede trabajar en ningún trabajo.
Gran Invalidez
Es la incapacidad que imposibilita al trabajador para desempeñar cualquier tipo de trabajo, pero es que además, le impide poder realizar funciones de su vida cotidiana necesitando de ayuda de una tercera persona para poder hacerlas.
Cada tipo de incapacidad conlleva aparejada una indemnización basada en un porcentaje aplicado a la base reguladora que perciba el trabajador, en el caso de la incapacidad temporal es una cantidad a tanto alzado y en los demás casos es una pensión mensual.